Ballet escrito para la Embajada Mozárabe de Ontinyent del 2003.
La obra se divide en dos partes, la primera de ellas mora y la segunda cristiana, teniendo en cuenta siempre la realidad social de los Mozárabes. El ballet simbolizaba la convivencia entre las culturas mora y cristiana, por ello la música (tras presentar los dos temas) simboliza esta unión.