Escrita para el ballet de la Embajada de la Comparsa Llauradors de Ontinyent de 2002.
En la obra se encuentran reflejadas diferentes melodías populares como La Muixeranga, Socarrats de Cocentaina, Serra de Mariola y El farol de la retreta.
Intenta reflejar la alegría despertada por la llegada del verano y recuerda a un viejo molino batanero de Ontinyent.