Encargo de la banda de Alcochete (Portugal) y dedicada a António Menino, es una obra que reflexiona sobre la memoria, el tiempo, la conexión humana y el legado que trasciende la muerte. La pieza está estructurada en cinco secciones:
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El eco inicial: Explora la idea del recuerdo como un umbral entre lo que fue y lo que sigue resonando. La música actúa como puente entre el silencio y la emoción intensa.
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Los recuerdos: Describe cómo los recuerdos vivos, aunque fragmentados y cambiantes, dan forma a nuestra identidad. La música refleja este dinamismo a través de contrastes instrumentales.
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Conexión: Rinde homenaje a la calidez y capacidad de António para conectar con otros a través de gestos, enseñanzas y música, dejando una huella imborrable.
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Tempus fugit: Reflexiona sobre la brevedad e intensidad de la vida. El tiempo es fugaz y la muerte no se presenta como tragedia, sino como el desenlace natural.
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El legado: Afirma que el final de una vida no es el fin, sino una continuación a través del impacto que dejamos. La resonancia de lo vivido permanece.