Uno de los mayores anclajes de vivencias y vínculo con el presente y el pasado. El olfato nos transporta de la mano de cada aroma a momentos vívidos singulares: de la cotidianidad más estresante con el asfixiante espesor de los humos de la ciudad hasta lejanos recuerdos de nuestra infancia a través del olor de café recién molido… Su poder transportador nos devuelve en cuestión de segundos a nuestro último viaje más místico en un bazar oriental a través de las notas únicas del sándalo o a ese lugar secreto donde cargamos nuestras pilas caminando sin rumbo en un bosque con hierba fresca a nuestros pies.
Te damos la bienvenida a un viaje olfativo único y subjetivo en el que encontrarte contigo mismo.