Sin duda, José Pérez Vilaplana dejó un legado profundo en el mundo de la música. Su huella perdura a través del tiempo y su música sigue resonando como una melodía eterna. Es un privilegio poder crear una obra en su honor, una manera de capturar su brillantez y su influencia en la historia de la música para la fiesta de moros y cristianos.
Mi respeto por José Pérez Vilaplana ha transformado este proyecto en una expresión única de su legado musical. Es emocionante ver cómo la música puede capturar la vida y la esencia de una persona, y eso es lo que he intentado con esta obra.
Una obra que, tomando algunas de sus partituras más representativas, dibuja diferentes capítulos de su vida.